La Junta Directiva de la Asociación Nacional de Ingenieros ICAI ha acordado conceder el Premio Emprendedor correspondiente al año 2019 a D. Ignacio Vidri Salgado (2014).

Nacho inicia su trayectoria en un banco de inversión londinense después de graduarse en Ingeniería Industrial por ICAI en 2014 y ese mismo año, en plena oleada del boom de las start ups de calzado, Nacho junto a su hermano Jorge (ICADE) y su amigo Jaime Garrastazu (CUNEF) decidieron poner en marcha una empresa especializada en zapatillas: Pompeii.

La primera idea fue lanzar una línea de camisetas y sudaderas, pero la descartaron. Con un capital de 18.000 de euros, los cuatro empresarios se lanzaron de lleno a un sector tan tradicional como el calzado. La primera producción, en 2014, fue de 394 zapatillas, el pedido mínimo que exigían los proveedores, que llamaban a los tres emprendedores los Backstreet Boys del calzado. Durante su primer año de vida, la empresa facturó 500.000 euros gracias a las redes sociales y el boca oreja.

Durante 2018, la empresa ha apuntalado su crecimiento con el cierre de su primera ronda de financiación, en la que captó un millón de euros y dio entrada en el capital a un grupo de socios capitaneado por José Múgica, ex directivo de Ecoalf, quien también ha entrado en el consejo de administración de la empresa.

Han alcanzado los 100.000 clientes y los 200.000 pares vendidos. Los materiales con los que trabajan son lona, serraje y serraje repelente al agua, y su precio oscila entre los 55 y los 75 euros. Tienen unos 35 empleados, su facturación para este año rondará los 3,5 millones de euros y han abierto su primera tienda en Madrid. De momento, su expansión internacional tiene como trípode Portugal, Francia y Alemania, y gracias a una ampliación de capital van a combinar el mercado mayorista con el minorista para seguir expandiéndose en Europa.

Un día nos juntamos cuatro amigos y decidimos que íbamos a crear nuestra propia marca de zapatillas. Las metimos en una furgo y nos recorrimos medio país vendiendolas en mercadillos. Cuatro años después seguimos persiguiendo el mismo sueño, llevar nuestras zapas-zapatillas y el buen rollo por todo el mundo.